Sólo Faltan Cuatro
Faltan sólo cuatro días. Pero lo peor es que ahora todo el mundo me lo recuerda. Me llama Mayte y me dice ”oye, te faltan cuatro dias”. Me escribe Miky desde España y me dice que “je, je…te faltan cuatro días…” y mi hermana Tata, también me lo dice, y Lita, me lo dijo ayer...y joder, todo el mundo los sabe. Quien me habrá mandao?
Si ahora quiero cambiar de idea y hacerme la chiva con tontera e inventar un cuento de que me inscribieron equivocadamente con unos cinco o 10 años de diferencia para que empezara antes en la escuela porque yo era muy maldita, nadie me lo va a creer.
No porque no se equivocaran mucho los que te inscribían, sino porque yo era una niña muy tranquila. Verdad Lulu?
Si ahora quiero cambiar de idea y hacerme la chiva con tontera e inventar un cuento de que me inscribieron equivocadamente con unos cinco o 10 años de diferencia para que empezara antes en la escuela porque yo era muy maldita, nadie me lo va a creer.
No porque no se equivocaran mucho los que te inscribían, sino porque yo era una niña muy tranquila. Verdad Lulu?
No que no fueramos aventureras…. Nos bañabamos en aquella poceta natural de piedras y diente e' perro, cuando apenas teniamos 7 y 8 años. Nos tirábamos a bucear en el mar abierto, con unas caretas rusas que nos entraba agua como loco, pero así y todos nos maravillábamos con cualquier cosa que estuviera en en fondo y sobre todo con los pobres pulpitos que cazabamos y luego dejábamos que se nos pegaran en los brazos con sus tentáculos, para luego virarlos al revez, haciéndolos perecer de "alreversidad" a los pobres. Arrancábamos las calandracas de la pared de la poceta y las aplastábamos con piedras para usarlas como carnada. Luego las metíamos dentro de un pomo de cristal de boca ancha y la poníamos en el fondo de la poceta para que entraran los pecesitos de colores. Y luego nos los llevébamos para la casa y los pobres se morian enseguida porque no le cambiamos el agua.
Luego nos dio por jugar a los pandilleros con Marquito en el que vivía en la mitad de la cuadra. Y la abuela de Marquito nos hacía unas máscaras negras que nos poníamos en la cabeza para luego ir a tocar los timbres de las casas vecinas y salir corriendo….O le hacíamos una nota asustando alguna chiquita pesá del barrio…De aquellas pandillas tomaron parte los inolvidabes Eduardo Curbelo Y Alejandro Schwartz, el argentino. Sabe Dios donde están. Bueno, felicidades donde esten. Forman parte de aquellos maravillosos recuerdos.
Y cuando nos dio por hacer teatro de títeres para los niños más pequeños. Tambiénn la abuela de Marquitos nos hacía los títeres con trapitos. O cuando nos encaramábamos en la azotea de casa de Lulu para fumar a escondidas…O cuando nos metiamos a investigar lo que había en la casa Rosada…que siempre estaba cerrada y que era tan grande que se podía entrar por la calle 26 y también por la calle 24.
Dicen que los viejos se acuerdan mejor de las cosas que pasaron hace mucho tiempo que de las que pasaron ayer.
Eso me pasa a mi, pero bueno…todo el mundo ya sabe por qué. Ya no lo puedo esconder. Sólo me faltan cuatro días. Soy una cagalitrosa en ristre.
Los niños de la foto:
1- Tata, 2- Yo (después de un día entero en la poceta), 3-Alejandro, 4-Eduardo, 5-Cristinita, 6-Lulú, 7-Carlos Miguel , 8-Sammy Sosa, 9-Marquito'
Comments
Gracias por essos recuerdos.Nos vemos muy bien en la foto, ja,ja,ja.
Lulu.